Diputados rechazó el veto de Milei a la Ley de Emergencia en Discapacidad



La oposición reunió los votos necesarios y logró revertir la decisión presidencial. La norma busca actualizar las prestaciones por inflación y otorgar una pensión no contributiva. Ahora será el Senado quien defina el futuro de la medida.



La Cámara de Diputados dio un fuerte golpe al gobierno de Javier Milei al rechazar el veto presidencial a la Ley de Emergencia en Discapacidad. Con 172 votos afirmativos, 73 en contra y 2 abstenciones, la oposición alcanzó cómodamente la mayoría especial de dos tercios necesaria para insistir con la norma, que ahora deberá ser tratada en el Senado.

El proyecto establece la actualización de los aranceles de prestaciones vinculadas a la discapacidad en base a la inflación y crea una pensión no contributiva equivalente al 70% del haber mínimo. Pese a que había sido aprobado con amplio consenso político, la Casa Rosada lo había objetado por considerar que representaba un costo fiscal excesivo.

Horas antes de la sesión, el vocero presidencial Manuel Adorni intentó frenar la avanzada opositora al anunciar que el Gobierno estaba evaluando un aumento de las prestaciones destinadas a personas con discapacidad. Sin embargo, el anuncio no modificó el resultado de la votación.

El debate dejó en evidencia fracturas dentro del oficialismo. Diputados del MID y del PRO, junto con representantes de Innovación Federal, se sumaron a la oposición, reflejando tensiones entre el Ejecutivo y varias provincias. Incluso algunos exaliados libertarios se apartaron de la postura oficial.

Durante la sesión, Pablo Juliano, de Democracia para Siempre, sostuvo que “los números oficiales indican que la recomposición de las prestaciones básicas representa apenas el 0,03% del PBI. No se entiende cómo el veto habla de un costo del 6%”. En contraposición, el libertario Santiago Santurio advirtió que la medida “pone en riesgo el equilibrio fiscal y repite viejas recetas que solo dañaron a los más pobres”.

Con este revés, el oficialismo enfrenta un nuevo desafío político en medio de un escenario marcado por la tensión social y las crecientes críticas al rumbo económico del país.