Avanza la investigación por muertes con fentanilo contaminado y detectan graves irregularidades en HLB Pharma

La Justicia Federal puso la mira en la farmacéutica HLB Pharma tras confirmarse que distribuyó partidas de fentanilo adulterado que habrían provocado al menos 96 muertes en el país. Entre las anomalías aparece la figura de Ariel García Furfaro, señalado como dueño de la empresa pero registrado oficialmente como simple empleado.
La Justicia Federal de La Plata continúa con la investigación sobre HLB Pharma, laboratorio que produjo y distribuyó fentanilo contaminado en distintas provincias del país, causando la muerte de al menos 96 personas. En el expediente surgieron irregularidades que comprometen el funcionamiento y la administración de la firma.
El juez federal Ernesto Kreplak analiza el rol de Ariel García Furfaro, apuntado como propietario del laboratorio aunque en los documentos aparece únicamente como trabajador. Si bien todavía no está imputado, su vínculo con la compañía es cada vez más cuestionado.
García Furfaro tampoco figura en el directorio ni como dueño de Ramallo S.A., otro de los laboratorios involucrados en la causa. Según una investigación periodística, la familia habría conformado o adquirido nueve empresas entre 2013 y 2024, entre ellas la droguería rosarina Alfarma, comprada en 2020 y actualmente con una deuda superior a los 1.800 millones de pesos por cheques rechazados, de los cuales solo se canceló un 7%.
En total, unas 30 personas de la familia García Furfaro trabajan en el conglomerado. Entre ellas se encuentra Nilda García Furfaro, madre de Ariel, quien fue presidenta de HLB Pharma y continúa como titular del domicilio fiscal de la compañía en la Ciudad de Buenos Aires.
Las oficinas administrativas de HLB Pharma están registradas en San Isidro, donde además funciona la fundación homónima. Mientras tanto, la Justicia aguarda los resultados del análisis del “batch record” de los lotes de fentanilo contaminado fabricados en Ramallo, con el fin de establecer si fueron aplicados a pacientes de terapia intensiva que perdieron la vida a raíz de complicaciones por el uso del medicamento.