La motosierra de Milei a punto de ser la guillotina de su modelo de gobierno

Por: Ana Gaby
“La contundente derrota de Javier Milei en las elecciones legislativas de Buenos Aires marcó un punto de inflexión. El Partido Justicialista, encabezado por Cristina Fernández de Kirchner, reorganiza su estrategia de cara al 26 de octubre, mientras los gobernadores se unen para defender a las provincias frente a los vetos presidenciales.
La derrota de Javier Milei en la provincia de Buenos Aires no solo expone la fragilidad de su liderazgo, sino que desnuda las grietas de un modelo de gobierno basado en confrontación y recortes extremos. La ciudadanía rechazó masivamente su propuesta de gestión, castigando la falta de políticas sociales y la profundización de la pobreza extrema, que se refleja en los despidos masivos, la inflación sin control y la paralización de servicios esenciales.
El Partido Justicialista, liderado por Cristina Fernández de Kirchner, tomó la iniciativa y comenzó a reorganizar su estrategia de cara al próximo 26 de octubre. La expresidenta y su equipo se concentran en consolidar el respaldo legislativo necesario para frenar los vetos presidenciales que intentan desfinanciar universidades, hospitales públicos, programas como el Garrahan y otros organismos estatales. La ofensiva incluye la articulación con gobernadores de todo el país, que conforman un bloque sólido frente a la intención de Milei de cercenar las partidas de ATN a las provincias.
La coordinación entre legisladores y mandatarios provinciales se convirtió en un eje central. Las leyes previamente sancionadas, que habían sido vetadas por el presidente, encuentran ahora respaldo en la Cámara de Diputados y en el Senado, donde se prevén maniobras para garantizar su aprobación definitiva. En paralelo, la presión social se mantiene en las calles, con movilizaciones universitarias y de trabajadores de la salud que denuncian los recortes y la precarización de servicios esenciales.
El gobierno de Milei también enfrenta escándalos que erosionan su credibilidad. Desde la investigación por presuntas coimas en la ANDIS hasta denuncias por violencia institucional y ataques a periodistas, el oficialismo aparece debilitado y cuestionado, incluso por sectores internacionales que observan con alarma la fragilidad institucional de Argentina. La carencia de un plan económico sostenible y de tiempo político suficiente para revertir el rumbo agrava la percepción de caos y falta de empatía hacia la población más vulnerable.
En el plano económico, los acuerdos con el FMI y la presión global sobre Argentina contrastan con la improvisación local. La política de “motosierra” sobre leyes, presupuestos y derechos laborales ha generado un rechazo masivo que se traduce en el resultado electoral de Buenos Aires, y coloca a Milei en una situación de extrema vulnerabilidad. Analistas internacionales comienzan a especular con una posible renuncia o una redefinición total del gabinete, donde figuras como Karina Milei, su hermana y asesora principal, son señaladas como responsables del fracaso de la estrategia presidencial.
La derrota en Buenos Aires y la ofensiva justicialista muestran un país que busca recomponer equilibrios institucionales, recuperar derechos y fortalecer políticas públicas esenciales. Milei, en cambio, se encuentra atrapado en la tormenta que él mismo generó: entre la pérdida de apoyo popular, la presión de los gobernadores y la crítica internacional, el futuro inmediato de su gobierno aparece tan incierto como las medidas que ha impuesto”.