20 de septiembre: Día del Jubilado en Argentina



Cada 20 de septiembre, Argentina conmemora el Día del Jubilado, en recuerdo de la sanción de la Ley 4.349 en 1904, que estableció el primer sistema previsional del país.



Esta fecha rinde homenaje a los trabajadores que han dejado su actividad laboral por alcanzar la edad establecida, y busca garantizar sus derechos a la jubilación y a servicios de salud.

Actualmente, para acceder a la jubilación se requiere haber trabajado al menos 30 años y contar con 60 años para las mujeres y 65 años para los hombres.

El Día del Jubilado es una oportunidad para reconocer la trayectoria y contribución de quienes han formado parte del desarrollo laboral y social del país.

Cada 20 de septiembre se celebra en Argentina el Día del Jubilado, una fecha que rememora la sanción del primer sistema previsional en 1904. Pero la jubilación tiene raíces profundas que combinan etimología, tradiciones religiosas y cambios en la vida laboral contemporánea.


El término jubilación proviene del latín iubilare, que significa “expresar alegría”, y también se lo vincula al hebreo yobel, un sonido ritual de cuernos de machos cabríos que acompañaba festividades y encuentros comunitarios. Estas raíces reflejan un sentido de celebración y liberación, presente tanto en el año de jubileo judío —donde se perdonaban deudas, se liberaban esclavos y se suspendían labores agrícolas— como en la tradición cristiana, que vincula este período a actos de misericordia y peregrinaciones a lugares sagrados.

En la actualidad, la jubilación suele ocurrir entre los 65 y 70 años y marca la transición de la vida laboral hacia un tiempo de descanso o reinvención personal. Para algunos, representa liberación y plenitud; para otros, desafíos al enfrentarse a un tiempo libre inesperado, sobre todo para quienes disfrutaban de su trabajo. Curiosamente, el propio término “trabajo” proviene del latín tripalium, un instrumento de tortura, lo que refleja cómo históricamente se veía la labor como sufrimiento.

Los especialistas recomiendan planificar esta etapa, abandonar la actividad laboral de manera progresiva y fijarse nuevos objetivos personales o proyectos postergados durante la vida laboral, para mantener una vida activa y estimulante.