Caputo y el déjà vu menemista con el blanqueo de capitales

El ministro de Economía repite una metáfora usada en 1992 por el menemismo para justificar un blanqueo de capitales: sacar la plata del colchón. Aquel antecedente proponía reintegrar dinero al circuito productivo con beneficios impositivos.


“Sacá la plata del colchón y dormí tranquilo”, fue el eslogan que acompañó al blanqueo de capitales impulsado en 1992 por el gobierno de Carlos Menem, bajo la gestión de Domingo Cavallo. Treinta y tres años después, el ministro Luis Caputo apela a la misma metáfora para promover un nuevo blanqueo, bajo la administración de Javier Milei.

El contexto actual y el de aquel entonces comparten un objetivo: lograr que los ahorros no declarados —frecuentemente en moneda extranjera y fuera del sistema bancario— se reintroduzcan al circuito económico formal. En ambos casos, se reconocen las consecuencias de años de inestabilidad e inflación que empujaron a los ahorristas a guardar sus fondos “bajo el colchón”.

La ley 24.073, sancionada en abril de 1992, permitía depositar dólares por 180 días en el Banco Nación u otras entidades, con el compromiso de que se utilizarían para financiar créditos productivos. A cambio, se ofrecía una regularización impositiva con tasas reducidas: del 1% para depósitos a corto plazo, bajando hasta el 0,5% para plazos más largos.

Aunque el gobierno menemista pedía reflexionar sobre el origen del dinero (“quede en paz con su conciencia”), el actual oficialismo ha mostrado un enfoque más pragmático, elogiando incluso a quienes evadieron impuestos como “héroes” del ahorro.

La historia parece repetirse, con un discurso económico que recicla viejas fórmulas para tentar a los capitales ocultos a volver al sistema legal, esta vez sin disimulo moral.