China se posiciona como líder en mediación global con la OIMed


Beijing impulsa la creación de una nueva organización internacional para la resolución pacífica de disputas, con sede en Hong Kong y un enfoque inclusivo y multilateral.

La República Popular China asumirá esta semana un rol protagónico en el escenario internacional al oficializar la creación de la Organización Internacional para la Mediación (OIMed), una entidad intergubernamental destinada a resolver disputas mediante el diálogo y la cooperación. El acto fundacional se celebrará el 30 de mayo en Hong Kong, donde se firmará la convención constitutiva.

La OIMed busca complementar los mecanismos existentes de resolución de conflictos internacionales con una plataforma abierta, inclusiva y culturalmente sensible. Desde su concepción en 2022, China ha impulsado esta iniciativa junto a una veintena de países con posturas afines, consolidando un espacio alternativo al orden jurídico tradicional dominado por potencias occidentales.

“La mediación encarna la tradición oriental de resolver conflictos mediante el diálogo, en lugar de la confrontación”, explicó la abogada Virginia Lee. “El liderazgo de China en la creación de la OIMed está profundamente arraigado en su filosofía diplomática de armonía y coexistencia pacífica”.

La elección de Hong Kong como sede no es casual: su infraestructura jurídica y su ubicación estratégica entre Oriente y Occidente representan un guiño a la intención china de promover una gobernanza global más cooperativa. La organización ya cuenta con el apoyo de países de América Latina, África, Asia y Europa, además de 20 organismos internacionales, incluida la ONU.

En palabras de la portavoz de la cancillería china, Mao Ning, el nuevo organismo responde a una necesidad urgente: “El multilateralismo está en crisis y las tensiones entre potencias han debilitado a las instituciones tradicionales. La OIMed es una respuesta concreta a estas deficiencias”.

La propuesta no pretende sustituir a otros foros, sino ofrecer un canal complementario con una mirada más equitativa y representativa, donde también tienen lugar países históricamente excluidos de la toma de decisiones globales, como Yibuti, Sudán, Argelia o Laos.

China se propone así no solo participar del orden internacional, sino transformarlo, proponiendo un modelo basado en el respeto mutuo, el consenso y el beneficio compartido. La OIMed marca un hito en esa estrategia: un mecanismo concreto, institucionalizado y multilateral para promover la paz mediante el diálogo.