Cultivo clave de cebolla en La Rioja para una producción exitosa



Para la producción de cebolla se recomienda un suelo con buen drenaje y un pH entre 6 y 7, rico en materia orgánica. La cebolla prefiere suelos francos, evitando aquellos que sean ácidos o con problemas de salinidad.



En La Rioja, el clima es propicio para este cultivo, aunque es importante considerar las variaciones de temperatura y humedad que puedan afectar el desarrollo. La siembra debe adaptarse a las condiciones locales, realizándose en invierno para variedades de día largo o a principios de primavera para variedades de día corto.

El riego es un factor fundamental; el suelo debe mantenerse húmedo pero sin encharcarse. Se recomienda utilizar riego por goteo y suspenderlo entre 20 y 30 días antes de la cosecha para favorecer la calidad del bulbo. Además, el uso de compost y lombricompuesto, especialmente durante la etapa de bulbificación, ayuda a mejorar la fertilidad del suelo y el rendimiento de la planta.

Para prevenir y controlar plagas y enfermedades, es aconsejable aplicar métodos culturales, biológicos y químicos cuando sea necesario. Finalmente, se sugiere realizar análisis periódicos del suelo para evaluar su fertilidad y ajustar las prácticas de fertilización, asegurando así un cultivo saludable y productivo.