Diputados exigen frenar la llegada de Peter Lamelas como embajador de EE.UU. tras polémicas declaraciones

La designación de Peter Lamelas como nuevo embajador de Estados Unidos en Argentina encendió una fuerte polémica política en el país.
Lejos de pasar desapercibidas, sus declaraciones ante el Senado norteamericano generaron una inmediata reacción en la Cámara de Diputados. El bloque socialista presentó un proyecto de repudio y solicitó formalmente al presidente Javier Milei que no acepte sus credenciales diplomáticas.
En sus palabras ante los senadores estadounidenses, Lamelas apuntó contra el federalismo argentino, afirmando que uno de los problemas estructurales del país es que “hay veintitrés provincias y cada una tiene su propio gobierno, que puede negociar con fuerzas externas, como los chinos u otros”. En la misma línea, expresó que su misión como embajador sería “garantizar que los recursos de la Argentina, su energía y sus minerales críticos, beneficien a ambas naciones”, dando a entender un rol activo en el destino de esos recursos estratégicos.
Como si eso no bastara, fue más allá al señalar que se mantendrá firme contra lo que llamó “influencia maligna de potencias adversarias” y que trabajará para que la expresidenta Cristina Kirchner “reciba la justicia que se merece”.
Estas afirmaciones detonaron la respuesta de legisladores argentinos. Mónica Fein, diputada nacional por Santa Fe y una de las firmantes del proyecto, calificó los dichos de Lamelas como “bochornosos” e “inaceptables”. Para Fein, se trata de una clara intromisión en la política interna del país, algo que, según afirmó, debe ser repudiado sin matices por quienes defienden la autodeterminación de los pueblos.
“Le faltó decir: ‘lástima que Argentina es un país soberano que tiene leyes propias y es federal, pero voy a tratar de imponer la mirada que tengo en ese país’”, ironizó Fein en declaraciones radiales, donde además cuestionó la idoneidad del postulante, a quien se lo vincula con aportes económicos a la campaña de Donald Trump. Para la legisladora, el rol de embajador no puede reducirse a un premio político a cambio de financiamiento electoral. “No debemos pagar como país la inexperiencia de alguien que viene a decirnos con quién comercializar o cómo ejercer la soberanía sobre Malvinas”, advirtió.
Más allá del caso puntual de Lamelas, el proyecto impulsa una discusión de fondo: ¿hasta qué punto puede un embajador emitir juicios sobre instituciones locales o actores políticos? ¿Cuál es el límite entre la diplomacia y la intromisión? Para Fein, no se trata de un gesto aislado. Es un principio. “No es por Estados Unidos —aclaró—. Es porque ningún embajador, de ningún país, puede venir a hacer política interna. Debe respetar nuestras leyes, nuestra autonomía y nuestro derecho a decidir con quién queremos relacionarnos”, concluyó.
Con esta presentación parlamentaria, la tensión diplomática entre ambos países podría escalar antes incluso de que Lamelas arribe oficialmente al país. Resta ver si el gobierno argentino acompaña la advertencia o elige mirar hacia otro lado.