El Gobierno gana tiempo con los DNU en una ajustada votación en Diputados

El oficialismo logró frenar un artículo clave que limitaba el plazo de vigencia de los decretos, lo que le permite extender el debate y postergar una definición hasta después de las elecciones.
El Gobierno obtuvo una inesperada victoria en la Cámara de Diputados en medio de una serie de derrotas legislativas. Con una maniobra política precisa, logró evitar que se aprobara el artículo central de una ley que busca restringir la firma de Decretos de Necesidad y Urgencia (DNU), lo que le da un respiro estratégico en plena campaña electoral.
La oposición aprobó por amplia mayoría la norma que permite al Congreso derogar decretos presidenciales con el rechazo de una sola cámara, además de limitar la posibilidad de incluir múltiples temas en un mismo decreto. Sin embargo, el oficialismo consiguió bloquear el artículo 3, que imponía un plazo de 90 días para que un DNU fuera ratificado o cayera automáticamente.
El artículo obtuvo 127 votos a favor, cuando se necesitaban 129 para su aprobación. Este resultado obliga a que la iniciativa vuelva al Senado, donde podría retomarse el debate, aunque no en los plazos que pretendía la oposición. El respaldo de gobernadores aliados como Alfredo Cornejo y Claudio Vidal fue determinante para frenar el avance de ese punto específico.
La ley ahora deberá ser tratada en la Cámara Alta. Si se aprueba, el presidente Javier Milei tendrá 10 días hábiles para decidir si veta o promulga la norma, lo que llevaría cualquier definición a después de las elecciones.
El resultado electoral será clave: si el oficialismo obtiene un buen desempeño, tendrá margen para sostener un eventual veto; si no, la situación política podría volverse más compleja.
El artículo frenado es considerado el corazón de la ley, ya que establece límites claros al poder presidencial para firmar decretos sin el respaldo del Congreso. Su aprobación hubiese reducido significativamente el margen de maniobra de cualquier mandatario en un escenario legislativo dividido, como ocurre en Argentina desde hace más de una década.
El debate sobre la validez y el alcance de los DNU vuelve a poner en el centro la tensión entre gobernabilidad y división de poderes, un tema que promete seguir marcando la agenda política en las próximas semanas.