El diputado liberal José Luis Espert atraviesa un momento de máxima tensión política tras quedar señalado en distintas denuncias que lo vinculan con el narcotraficante Fred Machado. Las explicaciones públicas que brindó hasta ahora no lograron disipar las sospechas y, por el contrario, multiplicaron los cuestionamientos hacia su figura.
Pese a la magnitud de las acusaciones, el oficialismo sigue blindando al legislador. La propia secretaria de la Presidencia, Karina Milei, le habría solicitado que se bajara de la candidatura, pero Espert decidió continuar. Mientras tanto, la Cámara de Diputados avanza en los preparativos para un proceso de expulsión que podría definirse en las próximas semanas.
El Gobierno nacional, hasta el momento, eligió mirar hacia otro lado en una situación que amenaza con convertirse en una crisis institucional y democrática de gran escala. La oposición recuerda que aún resuenan los ecos de la derrota que sufrió La Libertad Avanza en las elecciones del 7 de septiembre frente al peronismo, con Axel Kicillof, Máximo Kirchner y Cristina Fernández de Kirchner como principales referentes.
La creciente movilización social contra el modelo libertario refleja el malestar de amplios sectores que cuestionan al gobierno de Javier Milei por aplicar medidas que antes criticaba duramente al kirchnerismo, como el cepo al dólar, las retenciones y políticas de corte populista. Para muchos, se trata de una contradicción marcada por la urgencia electoral que llevó al oficialismo a adoptar decisiones que hasta hace poco rechazaba de manera tajante.