En la Justicia aclaran que la cautelar de Karina Milei solo alcanza a dos audios ya difundidos



Fuentes cercanas al juez Patricio Maraniello negaron que se trate de un caso de censura previa y remarcaron que la medida únicamente impide la reproducción de las grabaciones emitidas el pasado viernes.



La polémica en torno a los audios atribuidos a Karina Milei sumó este martes un nuevo capítulo. Desde el entorno del juez Patricio Maraniello explicaron que la cautelar otorgada a la secretaria general de la Presidencia no busca frenar futuras publicaciones, sino únicamente detener la redifusión de los dos audios divulgados el viernes por el canal de streaming Carnaval.

El magistrado hizo lugar parcialmente al pedido presentado por la funcionaria con el patrocinio del abogado Santiago Viola, pero desestimó otras medidas que apuntaban a impedir la difusión de material adicional. Según fuentes judiciales, resoluciones de este tipo son habituales en el fuero civil y comercial, donde suelen utilizarse para casos de difusión no autorizada de imágenes o videos íntimos.

En su decisión, Maraniello dejó en claro que la medida es de carácter “provisorio y excepcional” y que no constituye censura previa, ya que se restringe exclusivamente a los audios atribuidos a Milei obtenidos en la Casa Rosada. No obstante, la falta de acceso al escrito inicial —reservado a pedido de la propia funcionaria— genera incertidumbre y distintas interpretaciones en el ámbito político y jurídico.

Mientras tanto, desde el Gobierno y algunos constitucionalistas sostienen que el fallo frena la aparición de nuevos audios, mientras que periodistas y entidades como la Asociación de Entidades Periodísticas Argentinas (Adepa) lo cuestionaron por considerarlo una limitación ilegítima a la libertad de expresión.

Los audios en cuestión, difundidos por Carnaval, muestran fragmentos de una conversación en la que se escucharía la voz de la hermana del presidente. Desde ese medio anticiparon que solo se trataba de una parte mínima de un conjunto más amplio de grabaciones que aún no fueron dadas a conocer.

En ese contexto, en la Justicia ratificaron que nada impediría la publicación de nuevo material, siempre que no se trate de los dos audios ya emitidos. La controversia, sin embargo, continúa abierta y pone en tensión el delicado equilibrio entre el derecho a la intimidad y la libertad de prensa.