La ONU alerta que la ayuda humanitaria en Gaza “no es suficiente” pese a la reapertura del ingreso de camiones

Por primera vez en más de 11 semanas, camiones con alimentos y suministros ingresaron a Gaza, pero organismos internacionales advierten que la cantidad es mínima ante la gravedad de la crisis humanitaria.
Después de más de dos meses de bloqueo, este miércoles comenzaron a ingresar camiones con ayuda humanitaria a Gaza. Es la primera vez desde el 2 de marzo que se permite el paso de alimentos y suministros esenciales a la Franja, aunque funcionarios de la ONU advirtieron que la asistencia es insuficiente para hacer frente a la dramática situación que atraviesa la población.
Más de 90 camiones cargados con harina, suplementos infantiles y alimentos básicos cruzaron el paso de Kerem Shalom, en el sur de Israel, y comenzaron a distribuirse principalmente en el sur de Gaza. Se espera un número similar para este jueves, pero las agencias humanitarias advierten que, si no se amplía el ingreso, gran parte de la población podría enfrentar hambruna.
“Los pocos camiones que han entrado con suministros vitales son insuficientes y aún no han llegado a quienes los necesitan desesperadamente”, expresó la directora de UNICEF, Catherine Russell. Por su parte, la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios de la ONU (OCHA) afirmó que cinco comedores populares reabrieron sus puertas, pero otros cinco debieron cerrarlas por falta de insumos.
Israel justifica el bloqueo por presuntos desvíos de ayuda por parte de Hamas, y autorizó la entrega a través de una fundación privada, un plan que la ONU considera inadecuado. A esto se suma el desacuerdo entre el ejército israelí y las agencias sobre las rutas seguras dentro del enclave, donde la desesperación ha llevado incluso al saqueo de camiones.
En paralelo, continúan los desplazamientos forzados de civiles por las operaciones militares israelíes. Según la ONU, el 80% de Gaza está bajo órdenes de evacuación o se encuentra en zonas militarizadas, lo que ha colapsado los refugios y servicios básicos. La situación sanitaria también se deteriora: varios hospitales del norte y sur han dejado de funcionar tras ataques, dejando sin atención a cientos de miles de personas.
La crisis del agua es otro frente crítico. La principal planta desalinizadora del norte está fuera de servicio, y los desplazados en la zona costera de Al-Mawasi dependen del escaso suministro de camiones cisterna.
“La situación es extrema y cada día sin asistencia masiva puede costar vidas”, advirtió el Comité Internacional de la Cruz Roja. La comunidad internacional sigue con atención el desarrollo de los próximos días, considerados clave para evitar una catástrofe humanitaria de mayor escala.