Malestar en el Gobierno tras el revés en Diputados y amenaza de veto al Presupuesto 2026
Luego de que la Cámara baja rechazara el capítulo que derogaba las leyes de financiamiento universitario y de emergencia en discapacidad, en Casa Rosada advirtieron que el proyecto enviado al Senado sería deficitario y no descartaron vetarlo.
El Gobierno nacional atraviesa horas de tensión luego de que el Presupuesto 2026 obtuviera media sanción en la Cámara de Diputados, aunque sin los cambios que pretendía el oficialismo. Si bien el proyecto fue aprobado en general durante la madrugada del miércoles, la oposición logró rechazar el capítulo once, que incluía la derogación de las leyes de financiamiento universitario y de emergencia en discapacidad, dos normas que el Ejecutivo busca desactivar.
En la Casa Rosada reconocen el malestar por el resultado de la votación y aseguran que, tal como fue girado al Senado, el Presupuesto sería deficitario. “Es algo que no aceptamos”, deslizaron desde el entorno presidencial, donde incluso dejaron trascender la posibilidad de vetar la ley si no se incorporan las modificaciones reclamadas.
Con ese escenario, el oficialismo evalúa abrir una negociación con los gobernadores para intentar reintroducir los cambios en la Cámara alta. Este miércoles se reunió la mesa política del Gobierno en Balcarce 50, encabezada por Patricia Bullrich, junto al ministro de Economía Luis Caputo, el ministro del Interior Diego Santilli, el jefe de Gabinete Manuel Adorni, el asesor Santiago Caputo y otros funcionarios clave. El objetivo fue definir la estrategia para avanzar con el tratamiento del Presupuesto y priorizar la denominada Ley de Leyes por sobre la reforma laboral.
La hoja de ruta oficial contempla tratar el Presupuesto en el Senado el 26 de diciembre, introducir allí las modificaciones y devolver el proyecto a Diputados para una nueva votación el 29. En ese marco, la reforma laboral, que ya cuenta con dictamen en la Cámara alta, quedaría relegada para las sesiones extraordinarias de febrero, según confirmó la propia Bullrich.
Durante la jornada, mientras finalizaba la movilización de la CGT contra la reforma laboral y el himno nacional resonaba en Plaza de Mayo, el clima en la Casa Rosada fue de intensa actividad política. Funcionarios y asesores mantuvieron reuniones permanentes para reordenar la estrategia tras lo que definieron como un trago amargo en Diputados.
Desde el oficialismo remarcan que la oposición “volteó” el capítulo que apuntaba a eliminar dos leyes vigentes y sostienen que no están dispuestos a negociar el equilibrio fiscal. Sin embargo, con el correr del día, el discurso se moderó. Cerca del Presidente destacaron que, después de tres años, el país está más cerca de contar con un Presupuesto aprobado y calificaron la jornada como positiva, incluso para los mercados.
Aun así, admitieron que quedaron pendientes puntos centrales para el Gobierno y cuestionaron el costo fiscal de las leyes de universidades y discapacidad. En contrapartida, celebraron la media sanción de la ley de Inocencia Fiscal, a la que definieron como una de las iniciativas más importantes de la gestión.
Las negociaciones con los gobernadores continúan abiertas. En Balcarce 50 valoraron el acompañamiento de mandatarios peronistas como Osvaldo Jaldo y Raúl Jalil, aunque reconocieron que hubo diputados que se desmarcaron por considerar sensibles los temas vinculados a la educación y la discapacidad.
En paralelo, el Ejecutivo avanza con la reforma laboral pese a las protestas sindicales y asegura que no habrá cambios en el texto. “Lo que está, está”, repiten cerca de Milei. Al mismo tiempo, se abrió un nuevo frente de tensión con el PRO tras la designación de autoridades en la Auditoría General de la Nación sin representantes del partido, una decisión que podría derivar en una disputa judicial.
El escenario legislativo se encamina así a un cierre de año marcado por negociaciones contrarreloj, advertencias de veto y una fuerte pulseada política entre el Gobierno y la oposición por el rumbo del Presupuesto 2026.
