Manotazo de ahogado y crisis terminal del plan Milei en argentina



El expresidente del Banco Central criticó el eventual financiamiento internacional al Gobierno y comparó la situación con antecedentes de endeudamiento que derivaron en fuertes crisis económicas.



Alejandro Vanoli, expresidente del Banco Central, lanzó duras críticas al anuncio de apoyo financiero de Estados Unidos al Gobierno de Javier Milei y sostuvo que el objetivo central de la Casa Rosada es “llegar sin que haya una crisis terminal a las elecciones de octubre”.

En declaraciones radiales, Vanoli señaló que hasta ahora “no hay nada más que un mensaje en redes sociales donde queda claro el apoyo político del Gobierno de Trump a Milei, pero sin detalles concretos”. Según explicó, la Argentina podría acceder a un financiamiento a través del Fondo de Estabilización de Monedas, un mecanismo que “se utilizó muy poco en las últimas décadas, siendo el caso más relevante el de México en la crisis del Efecto Tequila hace más de 30 años”.

El economista advirtió que este tipo de préstamos suele implicar condiciones severas como devaluaciones, reformas estructurales y concesiones de recursos estratégicos. “Habrá que ver qué le piden a la Argentina. Preocupa cuánta institucionalidad va a tener esto”, subrayó.

Además, cuestionó la política cambiaria del Gobierno y señaló que las bandas implementadas “colapsaron”. “Puede que con esta ayuda logren sostenerlas unas semanas, pero es insostenible cuando la mayoría de los productos resultan más baratos en el exterior”, afirmó, recordando episodios como el blindaje de Fernando de la Rúa o el megacrédito de 2018.

Vanoli también analizó la situación social y económica actual. “No hay estímulos para la economía real. El salario, las jubilaciones y la actividad siguen cayendo. No hay un plan económico consistente, sino decisiones políticas de corto plazo muy injustas”, expresó. Y concluyó que, en este marco, el Gobierno lleva adelante “una suerte de plan platita” que busca sostenerse hasta las elecciones, a costa de recortar fondos para áreas sensibles como salud, universidades y discapacidad.