Milei amenaza con salir del Mercosur y Lula responde con un firme respaldo al bloque



En una cumbre tensa en Buenos Aires, Javier Milei cedió la presidencia pro tempore del Mercosur a Lula da Silva y advirtió que Argentina podría abandonar el bloque si no se adoptan sus reformas. El mandatario brasileño respondió con un mensaje de unidad y defensa de la integración regional.




La cumbre del Mercosur en Buenos Aires estuvo marcada por la tensión política entre Javier Milei y Luiz Inácio Lula da Silva. Al entregar la presidencia pro tempore del bloque a Brasil, el presidente argentino lanzó duras críticas al rumbo del Mercosur y deslizó una posible salida si no se adoptan las reformas de libre mercado que impulsa su gobierno. “Emprenderemos el camino de la libertad, y lo haremos acompañados o solos”, advirtió.

Milei insistió en que el Mercosur “incumplió su objetivo original” y lo describió como una “cortina de hierro” que obstaculiza la apertura comercial. En su discurso, también propuso flexibilizar las condiciones internas del bloque y defendió su gestión al frente del mismo, enumerando avances como la ampliación de excepciones al arancel externo común y acuerdos con países como los Emiratos Árabes Unidos, India e Israel.

Sin responder directamente, Lula asumió con un mensaje opuesto. Defendió al Mercosur como un espacio de contención ante un mundo inestable y destacó los logros alcanzados en más de treinta años de integración. “Estar en el Mercosur nos protege”, dijo, y enumeró cinco ejes que impulsará durante su presidencia: comercio regional, transición energética, desarrollo tecnológico, combate al crimen organizado y promoción de derechos ciudadanos.

El brasileño también reafirmó su intención de avanzar hacia una integración más inclusiva, con apoyo a pequeñas y medianas empresas, acuerdos en moneda local y un mayor vínculo con Asia y los BRICS. Además, respaldó la creación de una agencia regional contra el crimen organizado, una de las pocas coincidencias con la propuesta argentina.

Los cruces entre ambos mandatarios no derivaron en una reunión bilateral. Lula, tras la cumbre, visitó a Cristina Fernández de Kirchner en su prisión domiciliaria. Milei, por su parte, solo mantuvo encuentros con los presidentes de Uruguay y Panamá. Así, el traspaso dejó expuestas las diferencias profundas que atraviesan al bloque y abre un semestre que estará marcado por la tensión entre modelos opuestos de integración regional.