Milei cena con diputados propios y aliados en Olivos para blindar su estrategia contra el Congreso



En plena tensión con la oposición, el Presidente convocó a legisladores afines para asegurar respaldo a sus vetos y sostener el objetivo del déficit cero.



Este martes por la noche, el presidente Javier Milei encabezó una cena en la Quinta de Olivos junto a diputados nacionales de La Libertad Avanza y de bloques aliados, en un intento por consolidar apoyos parlamentarios frente al avance de leyes impulsadas por la oposición, que comprometen su plan económico.

El encuentro, que comenzó a las 20, tuvo un tono informal, pero con una clara intención política: reforzar la defensa de los vetos presidenciales y coordinar una estrategia común en el Congreso, donde el oficialismo no cuenta con mayoría. Según trascendió, el menú podría haber incluido las tradicionales milanesas que identifican al mandatario, aunque el foco estuvo en cómo frenar proyectos que podrían aumentar el gasto público.

Desde el inicio de su gestión, Milei vetó varias leyes aprobadas por el Parlamento, entre ellas el aumento de jubilaciones, la extensión de la moratoria previsional y la declaración de emergencia en áreas sensibles como discapacidad y el Hospital Garrahan. El revés más reciente ocurrió cuando la oposición logró revertir los recortes en el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA), un tema que volvió a tensar la relación entre el Ejecutivo y el Legislativo.

Ese mismo día, el Gobierno publicó en el Boletín Oficial el Decreto 471/2025, que elimina la Dirección Nacional del INTA, una señal de que el Ejecutivo no planea dar marcha atrás con su esquema de recortes, pese al rechazo parlamentario. La cena en Olivos busca evitar que el Congreso siga acumulando proyectos con alto impacto fiscal y que el Presidente se vea obligado a recurrir al veto como única herramienta de freno.

Días atrás, Milei envió un mensaje contundente en cadena nacional: “Si quieren volver atrás, me van a tener que sacar con los pies para adelante”, advirtió. También afirmó que cualquier nuevo gasto deberá estar justificado y compensado: “Cada peso nuevo que quieran gastar tiene que tener un nombre y un apellido, tienen que decir de dónde sale y a quién se le quita”.

Con este escenario, el encuentro en Olivos se convirtió en una cumbre clave para blindar políticamente la prioridad del Gobierno: sostener el equilibrio fiscal a toda costa, incluso en medio de la creciente presión social y legislativa.