Milei habló por cadena nacional y casi nadie lo vio: entre frases incendiarias y una derrota silenciosa



Mientras el presidente defendía sus vetos y el déficit cero, el país cambiaba de canal: un video del CONICET tuvo más de 900 mil vistas, frente a las 6 mil del discurso oficial.



El presidente Javier Milei reapareció el viernes por la noche en cadena nacional para justificar su veto a la ley de Emergencia en Discapacidad y el aumento a jubilados. En tono desafiante y sin matices, apuntó contra la oposición y reafirmó su cruzada por el déficit cero. “Si quieren volver para atrás, me van a tener que sacar con los pies para adelante”, lanzó, en uno de los momentos más tensos de su mensaje.

Mientras hablaba, los números pintaban otra escena. La transmisión oficial en YouTube apenas superó las 6.600 visualizaciones, mientras un video del CONICET sobre la vida marina en el Talud Continental IV superaba las 920.000 vistas. No se trata solo de una anécdota viral: el contraste refleja el nivel de desconexión entre el Gobierno y gran parte de la sociedad.

Durante su intervención, Milei volvió a apuntar contra el kirchnerismo, defendió su plan económico y anunció medidas como un decreto para prohibir que el Tesoro se financie con emisión monetaria, y un proyecto de ley para penalizar presupuestos con déficit. Todo en nombre de “amurallar” el equilibrio fiscal, aún si eso implica bloquear leyes con fuerte contenido social.

Las frases más destacadas del discurso incluyeron advertencias políticas, justificaciones económicas y un tono de guerra permanente. “Emitir dinero no crea riqueza, la destruye”, afirmó, y prometió que “una vez que limpiemos los rezagos de la política anterior, la inflación será un recuerdo”. También celebró que su gestión es “el primer gobierno en 133 años que tiene superávit fiscal”.

Sin embargo, mientras el Presidente buscaba consolidar su relato de éxito, los argentinos optaron por mirar peces, corales y calamares gigantes. Lejos de ser un dato menor, el fenómeno revela el aislamiento creciente del discurso oficial. La cadena nacional pareció destinada al núcleo duro, pero invisible para el resto de la ciudadanía.

La situación política se vuelve más compleja de cara a octubre, cuando las elecciones pueden funcionar como un verdadero plebiscito para la gestión Milei. Con salarios golpeados, inflación persistente y una clase media agobiada, la épica fiscalista choca con la urgencia del día a día. Gobernadores aliados comienzan a tomar distancia y el Congreso acumula proyectos que fuerzan al Ejecutivo a vetar, dejándolo como un actor cada vez más solitario.

Milei aparece atrapado en una narrativa cerrada, donde los números macro eclipsan a las personas. Es el “modo frasco”: discursos que no se escuchan, conferencias hostiles, redes sociales como única caja de resonancia. Pero fuera de ese frasco, el país se agita. Y cuando la bronca social encuentra las urnas, el impacto suele ser irreversible.

La cadena nacional del viernes dejó claro que el Presidente no tiene intención de retroceder, pero también mostró el riesgo de hablar solo. La historia política argentina ha sido dura con los presidentes que se quedaron aislados. La baja audiencia no es solo un dato: es una señal. Y en política, la soledad no se mide en vistas, sino en votos.