Mollo, Gieco, Peteco y otros artistas se unen para salvar un quebracho blanco de 300 años en Córdoba



El árbol, símbolo del monte nativo cordobés, está amenazado por una obra vial en Villa Allende. Ambientalistas, vecinos y referentes culturales exigen que se respete su vida y se modifique el trazado.



Un quebracho blanco de casi tres siglos se convirtió en el epicentro de una lucha colectiva que une música, literatura, activismo ambiental y memoria. Ubicado en la entrada de Villa Allende, Córdoba, el árbol —único sobreviviente de un extenso bosque nativo— podría ser talado en el marco de una obra de ampliación vial autorizada por el gobierno provincial.

Ante esta amenaza, voces destacadas de la cultura argentina se alzaron en su defensa. Ricardo Mollo, León Gieco, Peteco Carabajal, Raly Barrionuevo, María Teresa Andruetto, Soledad Barruti y Piero, entre otros, grabaron mensajes en video para exigir que se respete la vida del quebracho y se considere una alternativa viable ya propuesta por la comunidad.

“Los abuelos árboles están ahí desde mucho antes de que nosotros estemos en este planeta”, expresó Mollo.
“Ese árbol es una historia viva, y también historia nuestra”, sumó Peteco.
“Es un símbolo de resistencia ante el desmonte”, afirmó Andruetto.
“Dejen de gobernar para el colapso”, sentenció Barruti.
“Dejen en paz a ese árbol, viejo”, pidió Piero con firmeza.

Un conflicto que crece

El quebracho se encuentra a la vera de la avenida Padre Luchesse. La empresa Caminos de las Sierras, responsable de la ampliación de esa vía, contempla su tala como parte del proyecto. Sin embargo, desde la Asamblea en Defensa del Quebracho proponen una modificación del trazado de apenas unos metros para evitar el daño ambiental. “Hay un proyecto alternativo ya diseñado y factible”, sostienen.

La negativa oficial y la reciente detención de la periodista Silvia Majul, mientras cubría las protestas, encendieron la alarma. Su arresto, repudiado por organizaciones de prensa y derechos humanos, intensificó el reclamo y visibilizó aún más la causa.

“El quebracho es mucho más que un árbol. Es memoria viva, es historia, es territorio. Es lo que queda del monte que supimos tener”, dicen desde la Asamblea.

En una Córdoba golpeada por incendios forestales, avances inmobiliarios y desmontes sistemáticos, la lucha por este quebracho blanco pone en jaque el modelo de desarrollo y plantea una pregunta profunda: ¿cuánto vale un árbol que lleva 300 años en pie?