Salud Mental en el Centro: La Rioja Avanza con un Modelo de Inclusión y Dignidad

En un contexto donde una de cada tres personas enfrenta algún tipo de problema de salud mental, la provincia de La Rioja está consolidando un cambio de paradigma que deja atrás el encierro y el aislamiento como únicas respuestas posibles.

 

En el corazón de esta transformación se encuentra “El Puente”, un dispositivo intermedio que no solo acompaña a quienes más lo necesitan, sino que representa un modelo de inclusión, derechos y respeto por la dignidad humana.

El programa está destinado a personas que, en muchos casos, pasaron años internadas, apartadas de la sociedad y abandonadas incluso por sus propias familias. Durante mucho tiempo, fueron reducidas a un diagnóstico, despojadas de su identidad, su historia y su potencial. Hoy, gracias a una política pública enfocada en la salud mental como derecho integral, muchas de esas personas comienzan a escribir una nueva etapa en sus vidas.

“Estamos hablando de seres humanos con sueños, con historias, con derechos”, destacan desde el Gobierno provincial. La inversión en salud mental no es solo una apuesta sanitaria, es una decisión ética, política y profundamente humana. Implica trabajar para que cada persona pueda volver a su hogar, reinsertarse en su comunidad y recibir tratamiento con dignidad y acompañamiento profesional.

La Rioja ha asumido con compromiso esta transformación, promoviendo una mirada que contempla a la salud mental desde una perspectiva integral, tal como lo establece la Constitución Provincial. Ya no se trata solo de atención médica, sino de inclusión real, acceso a oportunidades y respeto por la vida en comunidad.

“El Puente” simboliza mucho más que un recurso asistencial: es el resultado de una política pública que abraza, que reconoce y que construye un futuro con más humanidad. En una provincia que decide no dejar a nadie atrás, la salud mental ya no es un tema postergado, sino una prioridad que habla de quiénes somos y hacia dónde queremos ir.