Tragedia en Miami expertos señalan graves fallas de navegación

La muerte de dos niñas, una de ellas nieta de la productora argentina Cris Morena, en un accidente náutico en Miami continúa generando conmoción. Mientras se esperan los resultados oficiales de la investigación, especialistas ya advierten sobre serias irregularidades en la navegación que podrían haber desencadenado la tragedia.
Carlos Luis Paz, perito naval, analizó las imágenes registradas del siniestro y sostuvo que hubo impericia e imprudencia por parte de los involucrados. Según explicó, no se trató de un accidente fortuito sino de una secuencia de errores que derivaron en una situación fatal.
“Lo que muestran los videos desde distintos ángulos son conductas que califico como irresponsables. Además de impericia, tal vez hubo violación de normas de navegación que deberían ser claras y obligatorias”, señaló el experto en declaraciones radiales.
Uno de los elementos más alarmantes que remarcó fue que la embarcación de gran porte implicada en el choque no habría disminuido la velocidad ni intentado frenar. “Esto puede deberse a una falta de visibilidad adecuada desde el puente de mando, posiblemente bloqueada por estructuras como una grúa a bordo. En esas condiciones, el capitán podría no haber visto que el velero se le estaba cruzando”, explicó.
Paz también apuntó contra el manejo del velero. Dijo que llevar cinco menores a bordo con una sola persona al mando, sin experiencia suficiente, representa un riesgo alto. “En caso de emergencia es muy difícil maniobrar con rapidez mientras se controla la vela y el timón, especialmente si hay niños que cuidar”, agregó.
El especialista enfatizó que las condiciones climáticas al momento del hecho eran normales y que la visibilidad era buena. Por eso, concluyó que el accidente se debió a una combinación de errores técnicos, desatención a las normativas y mal manejo de la situación.
Entre las recomendaciones para este tipo de situaciones, subrayó la importancia del uso obligatorio de chalecos salvavidas y la rápida reacción ante una colisión inminente. “Tirarse al agua puede ser una alternativa válida si se hace a tiempo. Una vez que una embarcación se mete bajo el casco de una barcaza de ese tamaño, las posibilidades de sobrevivir se reducen drásticamente”, advirtió.
El trágico suceso pone en agenda la necesidad de revisar los protocolos de seguridad en zonas de navegación compartida entre barcos comerciales y pequeñas embarcaciones recreativas. La comunidad náutica internacional sigue de cerca la investigación, mientras familiares y amigos de las víctimas exigen justicia.