Luis Caputo se suma a los ataques contra la prensa: “El periodismo tiende a desaparecer por mérito propio”

En un clima creciente de hostilidad oficial hacia los medios de comunicación, el ministro de Economía, Luis Caputo, publicó un polémico mensaje en la red social X en el que cuestionó duramente a los periodistas, asegurando que la profesión “tiende a desaparecer” y atribuyendo esa situación al “mérito propio” del sector.

Tras la difusión de una encuesta sobre la percepción de los periodistas políticos, mencionada por Jonathan Viale en Radio Rivadavia. “Esa encuesta no es otra cosa que un anticipo de lo que inevitablemente va a suceder, a menos que el periodismo tome nota y cambie”, escribió Caputo. Y remató: “Nada tiene que ver este gobierno. Es puro mérito propio”.

Las declaraciones del ministro se producen horas después de que Daniel Parisini, conocido en redes como “El Gordo Dan” —un influencer afín al oficialismo— pidiera públicamente que el presidente Javier Milei “meta presos a periodistas por decreto”, evocando el decreto 2049 firmado por Raúl Alfonsín en 1985.

La afirmación, rápidamente desmentida por especialistas y fuentes históricas, tergiversa el contexto de aquella medida. En efecto, el decreto mencionado fue dictado durante un estado de sitio tras una ola de atentados explosivos y amenazas contra figuras públicas, y no fue una acción específica contra periodistas por su labor profesional.

Entre los detenidos figuraban militares retirados, civiles y algunos profesionales de la comunicación, como el analista Rosendo Fraga, el periodista Jorge Vago y Daniel Horacio Rodríguez. Sin embargo, las detenciones respondían a sospechas de conspiración contra el orden democrático, no a expresiones de prensa.

La actitud del Gobierno hacia los medios ha generado una ola de preocupación en sectores periodísticos, organismos de derechos humanos y opositores políticos, que ven en estos discursos un intento de desacreditar, silenciar y deslegitimar a los trabajadores de prensa.

Con este nuevo episodio, Luis Caputo se suma a una narrativa oficial que cuestiona abiertamente el rol del periodismo, en un momento donde el debate público requiere voces independientes, información rigurosa y libertad de expresión.